Un tasador inmobiliario es aquel que establece el precio en el mercado del inmueble. Estudia por completo las características y la ubicación de la vivienda para poder determinar su valor. En las leyes españolas es necesario que el tasador sea arquitecto, arquitecto técnico, ingeniero industrial o, si fuera el caso, ingeniero agrícola. Esto motivado a que se necesita un profesional en el área para estipular el precio de un bien.
Por lo general, el tasador es contratado por la entidad financiera correspondiente, ya sea por motivos de venta o hipoteca, pero también puede darse el caso de que sea el mismo propietario el que quiera conocer el valor de su vivienda para así poder ofertar a los posibles interesados.
Las entidades bancarias cuentan con sus propios tasadores, de manera que, en caso de solicitar un préstamo para la compra de un inmueble, no es necesario que la persona natural busque por su cuenta a un tasador, sino que el mismo banco lo proporciona.
Mecanismos para realizar la tasación de un bien inmueble
En primer lugar, al momento de solicitar la tasación del inmueble, el tasador va a proporcionarle al cliente el precio estipulado por los servicios de tasación, una vez que el propietario ha aceptado los términos, el profesional comienza a hacer su trabajo, en el cual su primer paso es estudiar y comparar las especificaciones de la vivienda que le ha dado el propietario y las que aparecen en el registro catastral.
De igual manera, compara y estudia el título de propiedad con los datos que se encuentran en el ayuntamiento. Esto a manera de cotejo, tal y como lo establece la ley. Una vez culminado este proceso, el tasador se dirige a la vivienda, la detalla en su totalidad y hace una investigación de campo minuciosa sobre la ubicación y sus adyacencias, de modo que pueda evaluar el precio del inmueble tanto por el estado en el que encuentra, como por el lugar en el que está ubicada.
Finalmente, ejecuta su labor al llamar a cada una de las instituciones de bienes raíces para comparar los precios de los inmuebles que se encuentran en venta y que tengan ciertas similitudes con el del propietario. Teniendo todo listo, prepara el informe final, lo firma y procede a entregarlo, ya sea a la entidad financiera que lo haya solicitado o directamente al cliente.
Condiciones específicas que se toman en cuenta al momento de realizar la tasación del inmueble
El tasador tiene que tomar en cuenta diversos factores importantes para poder llevar a cabo su trabajo. Las condiciones son las siguientes:
Ubicación:
La situación geográfica en la que se encuentra el inmueble es totalmente importante debido a que, dependiendo de eso, su precio puede ser alto o bajo. El mejor ejemplo para esto son las viviendas ubicadas en el centro de la ciudad y las que están en zonas más rurales que urbanas. Las casas pueden tener características similares, pero es la ubicación y la cercanía a organismos y servicios públicos lo que le otorgará más valor monetario.
Estado:
Esto también es algo vital y que todas las personas toman en cuenta. Si la fachada está impecable, cuenta con áreas verdes, la limpieza es notable, la edificación está totalmente segura y el inmueble es de buen aspecto por dentro y por fuera, será la opción de compra de muchos.
Ventilación y orientación:
Esto se refiere a si cuenta con iluminación natural, áreas verdes alrededor y el lugar donde estén situadas las ventanas, de manera que pueda proteger a sus propietarios de cualquier clima, ya sea por frío o calor.
Superficie:
La medición de los metros cuadrados que posee el inmueble es algo importante en tomar en cuenta. No todas estas estas características cuestan lo mismo, aunque también depende de los gustos del cliente, por este motivo es una de las primeras cosas que se toman en cuenta al momento de tasar la vivienda.
Ventas recientes:
Si en la zona donde está ubicada la vivienda hay mucha demanda en ventas, el valor de la misma sube considerablemente. Para las personas, el hecho de notar que en una localidad se están adquiriendo muchas casas quiere decir que el precio es accesible y es una buena zona para habitar. La combinación de estos dos aspectos hace que tanto el tasador como el propietario lleguen a un consenso respecto al precio.
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