El financiamiento es necesario para el surgimiento de cualquier empresa que quiera avanzar a través del desarrollo de sus planes y proyectos que tienen en mente sus directivos, la liquidez necesaria puede ser obtenida por medio de los distintos bienes y servicios que ofrecen, así como créditos bancarios, emisiones de deudas, entre otras.
No obstante, a veces esos métodos pueden tomar su tiempo para empezar a generar riquezas y conllevan a asumir una carga financiera sumamente riesgosa, haciéndose necesario la búsqueda de alguna forma de conseguir una liquidez en un periodo corto de dinero. He allí cuando entra en juego el activo inmobiliario de la empresa como forma de financiamiento.
Los activos inmobiliarios pueden ser definidos como aquellos bienes inmuebles que son propiedad de una empresa determinada, los cuales gozan de libre disposición de sus dueños para ser utilizados como fuente de enriquecimiento o financiación, en otras palabras, representan una fuerte ganancia dentro del patrimonio de una empresa.
Características de los activos inmobiliarios
- Son bienes inmuebles que tienen una existencia en un lugar determinado.
- Están dentro de la contabilidad de la empresa como una fuente de ingresos.
- Son utilizados para garantizar cualquier tipo de pago en caso de una deuda, también son útiles para generar ganancias, ya sea por su venta, arrendamiento o la titularización de activos.
- Gozan de heterogeneidad por lo que se hace difícil compararlo con otros activos debido a su valoración en el mercado, esto puede conllevar una protección a la inflación que se puede suscitar en un país obteniendo así rentas más favorables.
Tipos de activos inmobiliarios
- Residencial: Son todos aquellos que tienen la función de servir como alojamiento temporal o permanente a distintas personas, ya sea casas, apartamentos o conjuntos residenciales.
- Oficinas: Son los bienes inmuebles destinados al desarrollo de distintas actividades administrativas, financieras, información, técnica, entre otros.
- Comercial: Tienen el objetivo de brindar una prestación de servicios al público en general, ya sea por su utilización como locales comerciales o centros comerciales de gran tamaño.
- Industrial: Este tipo de activo inmobiliario posee la finalidad de manejar todo tipo de operación que conlleve la transformación, reparación, elaboración, almacenaje y distribución de cualquier tipo de producto material.
- Suelo: El más simple de todos, se refiere a un terreno que mantiene todas las condiciones físicas necesarias para la construcción de algún edificio en un futuro determinado.
¿Es útil tener un activo inmobiliario?
Todas las empresas han poseído o siguen manteniendo un tipo de propiedad que ha sido emblemática para ellos, puede ser sus oficinas generales donde realizan toda su actividad principal, el primer inmueble inaugurado por los directivos de la corporación, entre otros.
Y también puede tratarse de bienes ubicados en una posición estratégica que le otorga distintos beneficios monetarios cuyas características terminan agregando un valor económico. Independientemente del caso, la utilización de esos bienes raíces para aumentar la liquidez de la empresa siempre resultará beneficiosa para cancelar los pagos y demás deudas que ella posea, además de utilizarse para realizar nuevas inversiones que generen más ingresos que los antiguos bienes.
Siguiendo ese mismo orden de ideas y respondiendo la anterior pregunta, los activos inmobiliarios se hacen totalmente fundamentales para cualquier empresa que quiera mantenerse en constante crecimiento. No se trata de solo vender los bienes cuando estos no sean de utilidad o no reporten ganancias, el objetivo de toda empresa es desarrollar una gama de estrategias útiles que sirvan para sacarle el mayor provecho a los activos inmobiliarios que se posean.
Sin embargo, los propietarios, socios y/o directivos a veces no poseen el suficiente conocimiento para establecer un plan de acción de aprovechamiento óptimo de los activos inmobiliarios, es decir, no saben cuál alternativa de financiamiento, como los créditos hipotecarios, tercerización de servicios, colocaciones de deudas, entre otros, será más beneficiosa para ellos.
Como los activos inmobiliarios pueden resultar una gran fuente de financiamiento, se hace aconsejable que toda empresa cuente con un asesor especializado, éste debe ser un profesional que tenga conocimientos de todas las características de la empresa, así como sus necesidades, fortalezas, desventajas y oportunidades.
Una mala inversión en un activo inmobiliario puede reportar grandes pérdidas a cualquier empresa, incluso, la venta de alguno de ellos también podría tener el mismo efecto si no se toman en consideración elementos actuales y futuros del mercado.
El activo inmobiliario que otorga mayor rentabilidad
Esto dependerá del país donde se encuentren, puesto que las condiciones económicas, sociales y políticas pueden resultar beneficiosas o perjudiciales para un tipo de activo inmobiliario determinado. En el caso de España, algunos expertos consideran que los activos industriales poseen una mayor rentabilidad, aunque esto dependerá de la ubicación que se encuentren dentro del país. De igual forma, aquellos que posean una combinación de oficinas e industriales suelen tener mayor rentabilidad que el resto.
Por otro parte, algunos establecen que los activos inmobiliarios destinados al comercio ya sean hoteles o centro comerciales, rondan el segundo puesto de rentabilidad ya que los inversores hacen constantemente inversiones adicionales para aumentar la productividad y la calidad de servicio.
En el caso de los activos inmobiliarios residenciales, estos dependen del estado de la vivienda, la zona en que se encuentra y las características intrínsecas. De igual forma, los ritmos de venta hacen que sea variado la rentabilidad de este tipo de inmuebles, por eso se hace recomendable realizar siempre un estudio profundo de los mercados inmobiliarios para determinar si se pueden generar ganancias.