¿Qué hacer cuando un vecino hace mucho ruido?

Por lo general, la convivencia entre los miembros de una comunidad tiende a ser agradable y amena, pero también se pueden presentar circunstancias en las que simplemente hay que tomar represalias cuanto antes, pues las acciones de uno o varios comuneros pueden llegar a perturbar la tranquilidad de todo el edificio, sobre todo cuando se trata de los ruidos que estos hacen a cualquier hora. El problema se intensifica cuando los sonidos son demasiado altos y durante la noche, entonces tenemos que buscar que hacer cuando un vecino hace mucho ruido.

Todas las comunidades deben establecer un límite entre la libertad de hacer cualquier cosa en el inmueble y el respeto hacia todos los vecinos, porque si bien dentro de nuestros hogares podemos hacer y deshacer según nuestra conveniencia, tenemos que recordar que no somos los únicos viviendo en el edificio y que, así como a nosotros nos gusta tener paz y tranquilidad, a los demás copropietarios también.

¿Qué es lo que debemos hacer cuando un vecino hace demasiado ruido?

En primer lugar, hay que identificar si verdaderamente el ruido es demasiado molesto, pues se han presentado casos en los cuales hay sonidos en la vivienda contigua pero no supone un problema totalmente grave o simplemente no se realizan de manera cotidiana. Teniendo claro este punto, debemos acordar que si:

  • El ruido es constante
  • Música todo volumen
  • Hay gritos
  • Movimientos bruscos que pueden oírse y sentirse perfectamente en tu vivienda
  • Todas las anteriores especificaciones se realizan de noche

Es necesario poner una queja. En principio debería ser de manera amistosa, dirigirse a la vivienda del vecino y pedirle de manera amable que por favor le baje el volumen a la música, detenga los gritos o cualquier sonido que interrumpe su tranquilidad. Si el problema persiste, el segundo paso a dar es ir directamente con el jefe de la comunidad.

Llegados a este punto, el jefe de la comunidad de copropietarios tiene que emitir una carta en la cual se le exija al propietario del inmueble que infracciona las leyes del estatuto vecinal, que cumpla con el llamado y detenga los ruidos molestos. Si aún con estos dos pasos la persona sigue faltando, es momento de hacer una reunión de vecinos en la cual determinarán si se lleva el caso a vías judiciales o no.

Procedimiento judicial en contra de un vecino que hace mucho ruido

Esto no es algo que se pueda tomar a la ligera, cada uno de los copropietarios debe estar de acuerdo en comenzar un proceso legal en contra del infractor. La decisión debe ser unánime y se debieron agotar todas las vías amistosas para poder llegar a este nivel, al menos es lo más recomendable. Bien pues, tomando en cuenta que el proceso judicial estaría dando inicio, hay que conocer las 3 vías más factibles que se pueden emplear.

Vía administrativa:

La denuncia se interpone por ante el ayuntamiento, pues son ellos los encargados de garantizar una convivencia tranquila entre los ciudadanos. Se emplearán las ordenanzas municipales y el infractor deberá cumplirlas a cabalidad.

Vía civil:

Se denuncia directamente al emisor de la contaminación auditiva en el inmueble. Aquí la denuncia podría ser colectiva o personal, todo depende del número de personas que denuncien o la cantidad de denunciados.

Procedimiento penal:

Esto si es mucho más complicado y grave de sobrellevar. El código penal tipifica las acciones de alto volumen que puedan poner en peligro a los vecinos, ya sea por alguna discapacidad o enfermedad que cause la muerte.

¿Qué hacer cuando el infractor no es el dueño del inmueble sino el inquilino?

A pesar de que no se trate del propietario del inmueble, el inquilino tiene el deber y la responsabilidad de cumplir con las normas del estatuto de la comunidad. A estos efectos, el propietario puede:

Dirigirse al inquilino:

Con el fin comunicar y exigir al inquilino que cese sus actividades molestas de inmediato, pues supone un riesgo para la correcta convivencia entre vecinos.

Cancelar el contrario inquilinario:

En caso de que con dicha advertencia en inquilino siga incumpliendo, el juez puede dictar una medida cautelar por motivo de desobediencia, lo que significa un delito, pero lo cumbre es que la medida será dirigida tanto al inquilino como al propietario. Este último, para acabar con el problema, puede ponerle fin al contrato inquilinario.

Con respecto a la última mención, el arrendador tiene que agregar en el compendio de cláusulas del contrato inquilinario, que, en casos de actividades molestas, ilícitas, insalubres, nocivas o peligrosas, el contrato podrá darse por terminado y tendrá que abandonar la vivienda cuanto antes. Aun cuando no se haya establecido esa cláusula en el contrato, la ley acoge este recurso con la finalidad de proteger el derecho a la tranquilidad ciudadana.